domingo, 7 de abril de 2013

EL BALNEUM


EL BALNEUM DE FUENTE ÁLAMO (1ª parte: el estanque circular. El frigidarium)
El presente artículo forma parte de mi divulgación personal sobre las excavaciones que a lo largo de los últimos cuarenta años he ido llevando a cabo en diversos yacimientos de las provincias de Sevilla y Córdoba. En  este caso Fuente Álamo, de Puente Genil (Córdoba). Artículos como el presente y como los que seguirán en días sucesivos tienen como objetivo dar a conocer de una forma asequible los resultados de mis trabajos en arqueología y no tienen por qué ser incompatibles con estudios de mayor profundización científica, como los que actualmente realizo sobre el yacimiento en cuestión, que también serán colgados en este blog una vez que las instituciones responsables los hayan publicado.
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Una de las principales aportaciones de la larga campaña que he tenido el honor de dirigir en el yacimiento arqueológico de Fuente Álamo, en Puente Genil (Córdoba) desde octubre de 2005 a mayo de 2009 ha sido el descubrimiento de una fase anterior, y mucho más antigua, que la que conocíamos desde hacía décadas.
Tras veinte años de abandono e incuria del yacimiento, con honrosas excepciones que a pesar de la inversión y el esfuerzo al final no sirvieron para nada, el ayuntamiento me encargó un proyecto que en principio estuvo programado para seis meses y que se prolongó durante cuatro años. Campaña muy dilatada a pesar de la cual su interrupción obedeció a criterios estrictamente administrativos, impuestos por la Consejería de Cultura, contrarios a mi voluntad y sin haber redondeado los resultados espectaculares que se estaban obteniendo.
Como complemento a la larga memoria de excavación que redacté a la finalización de la excavación 2005-2009, que puede consultarse en este mismo blog, y de los trabajos que a partir de ahora iré publicando en diversos órganos de difusión, tengo la intención de ofrecer informaciones de síntesis que ayuden a comprender la verdadera entidad de este yacimiento, uno de los más interesantes de la arqueología rural romana de la provincia de Córdoba y probablemente la villa rústica más espectacular de toda la provincia Baetica.
Porque es precisamente bajo el epígrafe de “Villa romana de Fuente Álamo” como ha sido catalogado por la Consejería de Cultura dentro de la consideración de Bien de Interés Cultural. Durante la actuación de 1985 habíamos puesto al descubierto una planimetría esencial de la pars urbana de dicha villa y ha sido la información derivada de aquellas excavaciones la que ha dado los mimbres para hacer el cesto de dicha declaración. Pero a pesar de los elocuentes resultados de aquella campaña no habíamos rebasado cronológicamente los límites arqueológicos que diseñaban una ocupación residencial importante, de época tardoantigua, por emplear un término, forzado donde los haya, pero muy utilizado últimamente. La cronología del siglo IV, propuesta para los mosaicos que habíamos puesto al descubierto tanto en la breve actuación de 1982 como en la más larga de 1985, aceptada prácticamente por unanimidad, no dejaba de ser un lugar común y un cierto estereotipo cronológico, dado que la mayor parte de las villas rurales romanas de Hispania tienen su floruit precisamente en dicha centuria. A pesar de la coincidencia general de la comunidad científica que valoró a posteriori de mi primera publicación los resultados obtenidos en 1982 y 1985 en Fuente Álamo, a partir del estudio de los mosaicos y de la interesante aportación del profesor Daviault sobre la epigrafía del nilótico, Fuente Álamo seguía planteando interrogantes. La cronología tuvo una cierta dosis de intuición y se desconocía tanto la secuencia interna del propio edificio como la probable existencia de una fase previa a la construcción de la villa. Y ello por la elemental razón de que en ningún caso en las excavaciones anteriores a 2005 se había rebasado el plano de los suelos de la vivienda, como tampoco conocíamos con propiedad el terminus ante quem del yacimiento. Sabíamos que tras el abandono, el edificio, que habíamos fechado en el siglo IV, lo que supondría otorgar una vida efímera, experimentó una fase de envilecimiento durante la Tardoantigüedad y Alta Edad Media, pero desconocíamos el antes y el después de dicho momento. Por otra parte, el contexto superficial nos venía indicando tradicionalmente que debió existir una fase anterior a la que marcaba la villa y además del paisaje rural de Fuente Álamo nunca habían desaparecido algunas estructuras emergentes que presumiblemente pertenecían a instalaciones hidráulicas  romanas, lo que no dejaba de ser de la más pura lógica ya que, si por algo se caracterizaba el lugar, era precisamente por la abundancia de agua, cuyo aprovechamiento como abastecimiento municipal ha durado hasta fechas relativamente recientes.
Desde los años 70 del pasado siglo, en que empecé a interesarme por el yacimiento, venía observando la existencia a cielo abierto de estructuras que encajaban en todo con la ingeniería hidráulica romana, quizás puestas al descubierto por excavadores clandestinos que merodeaban por allí.
Imagen tomada en los años 70 en la que puede advertirse una estructura revestida de opus signinum, con la característica moldura de las obras hidráulicas romanas. Posteriormente estos restos, situados en la ladera sur de la cárcava del arroyo, se fueron ocultando por efecto de las escorrentías y cuando volvieron a descubrirse durante la campaña de 2005-2009 aparecieron cubiertos por un estrato limoso-arenoso de 30 cm, acumulado de forma natural durante tan corto período.
Por otra parte, afloraban aquí y allá del yacimiento estructuras de opus incertum, también presumiblemente hidráulicas, que nunca se habían soterrado o que quizás hubiesen sido puestas a la luz por las excavaciones decimonónicas de los señores Pérez de Siles y Aguilar y Cano, historiadores de gran solvencia que se acercaron a la arqueología local como uno más de los capítulos de la historia de Puente Genil.
Esas estructuras, situadas en ambas márgenes del arroyo, próximas al mismo, presentaban un alto grado de indefinición y sobre todo de adscripción cronológica y funcional. Alguna de ellas había sido incluso parasitada en época contemporánea, como apoyo a una de las arquetas construidas para el abastecimiento de agua a la población.
Durante los trabajos de 2005-2009 continuaba presente ese añadido que se ha eliminado y ha podido integrarse el muro romano en la arquitectura del balneum que hemos puesto al descubierto hasta donde ha sido posible. 




faltan dos fotos








El criterio seguido durante la campaña de referencia ha permitido conocer lasecuencia romana completa de Fuente Álamo al excavar tanto extramuros del cierre occidental de la villa, en lo que habíamos proyectado como Área A, bajo el plano de oecus, puesto al descubierto en 1985, en el Área D, situada al exterior por el Este de las estructuras de la villa y en las inmediaciones del arroyo, donde también permanecían estructuras emergentes, de la misma fábrica que las anteriores y pertenecientes con toda probabilidad a obras hidráulicas






Falta foto





Con esta metodología de excavación, se han identificado con todas lasgarantías los restos de un balneum cuya construcción se inicia a mediados del  siglo I y que perdura hasta mediados del siglo II, experimentando posteriormente un proceso de abandono que dura alrededor de una centuria tras la que se construye una villa privada, que acaba por enmascarar los restosdel balneario, reaprovechando parte de sus materiales o amortizándolos bajo la nueva edificación.
Se trató de un establecimiento de baño público, justificado por la abundancia de un agua a la que probablemente sacralizaron y le concedieron propiedades salutíferas, que no posee. Su ubicación casi equidistante de dos poblaciones romanas de nombre conocido, como Ipagrum (Aguilar de la Frontera), al Norte y Ostipo (Estepa), al Sur le da sentido histórico a este establecimiento que, como todo el Valle del Genil, se integró dentro de los límites del Conventus Iuridicus Astigitanus y que experimenta una secuencia interna de refacciones yampliaciones al ritmo que iba aumentando la clientela.
De que existió un capítulo indígena previo a la llegada de los romanos hay suficientes indicios por más que no se hayan detectado hasta ahora, con garantías, nada más que algunos elementos materiales sueltos en el registro arqueológico de los estratos más profundos. Sería una muestra más de la tendencia romana de no hacer fundaciones ex novo. Debió tratarse de una comunidad tardoibérica que serviría de peonaje a los nuevos dueños para la construcción del balneum y en cuyos ajuares se integraban elementos como éstos:









 faltan 3 fotos










Con estos antecedentes, unos colonos, probablemente de origen itálico establecen en Fuente Álamo un balneario que a juzgar por sus dimensiones debió ser público, puesto que tampoco hemos encontrado suficientes elementos de hábitas, con excepción de las estancias que se le asocian al frigidarium. El hecho se produce hacia mediados del siglo I de la Era Cristiana (época de la dinastía Julio-Claudia) a juzgar por el registro, escaso pero elocuente, recuperado en la zanja de cimentación de una de las estancias asociadas al estanque circular y en otros estratos basales
Aunque iré ampliando la información sobre este establecimiento presento ahora a modo de síntesis la planimetría que se ha podido conocer del balneario, abandonado a mediados del siglo II y sellado por la villa que se le superpone a mediados del s. III. Con estos datos, el Conjunto Arqueológico de Fuente Álamo es todo un ejemplo de arqueología superpuesta de época romana.




Falta plano







Una de las partes del balneum de mayor interés es la gran piscina de planta curva que apareció bajo el plano de la villa y seccionada por su mitad, a pesar de lo cual se pudo determinar su diámetro de 16 m. y una rosca conservada de 181º, lo que imposibilita considerarla semicircular. Está fabricada con caementicium, revestido con incertum y tendría una capacidad en torno a los 200.000 l. Tiene un banco corrido a todo lo largo de la base, junto al paramento vertical, que serviría para practicar el baño sentado. El desarrollo completo de esta piscina alcanza la línea del arroyo por lo que se deduce que éste hubo de estar entubado o al menos canalizado bajo tierra. No se observan las mínimas trazas de haber estado cubierta, lo que sería particularmente complicado dadas las dimensiones, por lo que estamos ante un gran estanque a cielo abierto que debió funcionar como piscina para el baño. Como el frigidarium.del balneum. La posibilidad de que fuese un estanque decorativo con plantas ha quedado descartada con los análisis de polen efectuados sobre el sedimento de la base.
Por el exterior presenta señales de haber tenido una ambulatio con cubierta soportada por ladrillos columnarios y se le adosan dos estancias construidas con una diferencia de 30-50 años, a las que habría que añadir alguna otra queapenas se insinúa bajo el plano de la villa y otra a la que debió pertenecer un mosaico del que únicamente tengo referencias inconcretas de que fue excavado clandestinamente en la zona próxima al estanque.





Falta foto








La cronología de esta construcción se deduce por unos fragmentos de cerámica sudgálica recogidos en la zanja de cimentación de la estancia 1, que fechan todo el conjunto hacia mediados del siglo I. La estancia estuvo construida con tapial, con un grueso revestimiento que al desprenderse de la pared inició la fase de soterramiento del edificio a costa de sus propios materiales. Parte de estas desconcha duras, formando una torta de aproximadamente 1 m de anchura, fue dejada in situ para facilitar el trabajo de los restauradores, y ahí permanece pese al tiempo transcurrido (desde agosto de 2006).

Este mosaico denota una ejecución perfecta, con dibujo geométrico y una traza que da impresión de tridimensionalidad. Presenta dos alfombras de distintas dimensiones, lo que avala la hipótesis de que la estancia debió tratarse de un cubiculum para los bañistas. La alfombra superior sería el espacio destinado al lectus.
Dada la ausencia de antecedentes en la zona y la cronología de éste y del siguiente mosaico es de suponer que debieron ser ejecutados por artistas formados en los círculos itálicos, la propia Roma o el norte de África.


 




Falta foto


Durante la segunda mitad del siglo I el balneario de Fuente Álamo debió estar en pleno funcionamiento hasta el punto de quedarse pequeño para recibir la afluencia de visitantes. Es por eso por lo que se construye un nuevo cubículum, (estancia 2) en este caso descentrado respecto al estanque, de dimensiones casi cuadradas e incluso montado sobre parte de la ambulatio.Se trató de una solución urgente para atender la demanda creciente de bañistas y se utilizó la misma técnica del tapial revestido de un grueso de pintura parietal.

Propuesta infográfica de Juan Alberto Aguilar sobre el balneum de
Fuente Álamo con las dos estancias que se asomaban a la lámina de
agua








Falta foto



Esta nueva estancia, de finales del siglo I, quedó completamente amortizada por el edificio residencial que se le superpone. Su excavación aportó una ingente cantidad de desconchones de la pared, cuyo estudio a cargo de José Miguel Bascón, uno de los participantes en la excavación, nos ha dado una lectura que, aprovechada por Juan Alberto Aguilar, otro de los participantes, ha servido para la reconstrucción infográfica que presento a continuación:
 
Representación virtual de la estancia 2 del balneum según Juan Alberto Aguilar.
Continuara mañana..